Los Cubitos de Fórum: paraísos naturales, artificiales e imaginarios

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Columna Tiempo de agua por Sara Hernández

En un día perfecto, llego a los cubitos entre las 7 y las 8 de la mañana, llevo mis visores conmigo y paso unas horas nadando entre crías de peces sargento, diminutos peces aguja, chopas y ocasionalmente algún pez loro.

“Los cubitos de Fórum” están ubicados en la playa conocida como “Gaviota Azul” frente al Hotel Krystal. Son un rompeolas o escollera que consta de más de mil cubos de cemento apilados unos sobre otros, creando una separación entre el mar abierto de Punta Cancún y la playa.

Foto © Sara Hernández

No somos los únicos animales que modifican el paisaje en ecosistemas acuíferos. Las estrellas de mar se deslizan por el suelo marino, alterando su relieve al remover sus sedimentos. Las langostas excavan rocas creando fraccionamientos de piedra para ellas y otras especies. Y ni hablar de las ciudades de lodo que construyen los cangrejos en el manglar.

Sin embargo, nuestras alteraciones del paisaje no siempre favorecen a otras especies. A menudo son sinónimo de despojo. Por eso mi amor por los cubitos de Fórum a veces me hacía sentir culpable.

Me propuse investigar sobre ellos para conocer los efectos negativos que podrían tener para el ecosistema y hallé muy poca información. Busqué en redes sociales y con amistades a alguien que pudiera conversar conmigo sobre este tema y afortunadamente di con Santiago, a quien agradezco haberme ayudado a entender esta construcción y desestigmatizarla.

Paraísos naturales, artificiales e imaginarios: reflexiones a partir de Los Cubitos de Fórum
Foto © Sara Hernández

“Los cubitos se colocaron en 2010. El cemento con el que fueron fabricados está hecho a partir de tsas kab, que es suelo biogénico calcáreo, endémico de la península de Yucatán”, me dice. “La Península estuvo inundada durante miles de años, y su suelo solía ser arrecife”. Por eso no es extraño que en estos cubos encuentren su hogar algas, bivalvos, crustáceos, peces y corales por igual.

Le cuento que los cubos son mi sitio favorito para visitar en un día de playa porque se forma junto a ellos un chapoteadero delicioso y puedes nadar entre una gran variedad de diminutos seres de mar. Él me explica que esto es posible debido a que la escollera genera las condiciones ideales para la formación de “guarderías de peces”: Poca profundidad, proliferación de algas y materia orgánica o inorgánica que detenga el oleaje.

¿Entonces los cubitos sirven de algo además de volver la playa más conveniente para los humanos? La respuesta corta es sí.

La respuesta larga va más o menos así: estos proporcionan varios servicios ecosistémicos de apoyo a diversas especies. Al generar sombra y separar la playa del mar abierto, crean las condiciones ideales para el crecimiento de algas y corales, que a su vez atraen a caracoles y crustáceos, que a su vez atraen a aves que se alimentan de ellos.

Los peces, sin embargo, son los principales protagonistas del sitio. Los especímenes maduros desovan, y las crías se alimentan de las algas que crecen en las paredes de la escollera. Cuando te sumerges cerca de los cubos los puedes ver agrupados en bancos, paseando de aquí a allá. Algunas especies son menos temerosas que otras.

Santiago medita un momento y luego me habla sobre las pérdidas. “Usualmente, la isla barrera de Cancún estaba en constante movimiento. Había horas de formación y desaparición de canales que dependían de la marea. Al cambiar la dinámica costera con la colocación de la escollera, es posible que ciertas zonas se erosionen más de prisa o que otras ganen más arena”.

Esto quiere decir que los cubos sí tienen efectos negativos en el ecosistema. Solo que debido a que no hubo una medición de impacto después de su instalación, solo los podemos atisbar “a ojo de buen cubero”.

Paraísos naturales, artificiales e imaginarios: reflexiones a partir de Los Cubitos de Fórum
Foto © Sara Hernández

Creo importante considerar, que al momento de su instalación, quince años atrás, la prioridad al colocar este tipo de estructuras artificiales en el paisaje costero era recuperar las playas después de los huracanes, definitivamente regenerar el ecosistema no estaba en la agenda. A quien se buscaba beneficiar a través de estos proyectos era a los bañistas y a los hoteleros, no a los arrecifes ni a las especies marinas.

Me resulta curioso, sin embargo, que haya varios documentos anteriores a la colocación de los cubos, resaltando la importancia de un proyecto de restauración de playas, pero ninguno que reporte los efectos de su instalación.

La vida útil, de acuerdo al documento de Datos Generales del proyecto Restauración Ambiental de Playas entre Punta Cancún y Punta Nizuc, es de 20 años. Este proyecto no solo involucra la escollera, también el relleno de arena que se realizó para recuperar la playa ¿Y qué se hará con este breve paraíso artificial con fecha de caducidad?

En décadas recientes, los programas de restauración de paisaje, han evolucionado a programas de restauración de ecosistemas. Particularmente se le ha dado prioridad a la reforestación de manglar y recuperación de arrecifes. Actualmente, Punta Cancún, Punta Nizuc, la Costa Occidental de Isla Mujeres, Puerto Morelos, Cozumel y Akumal han sido las zonas donde se han llevado a cabo estos proyectos, que para unos tienen como objetivo restaurar el medioambiente y para otros, la retención de turistas.

Independientemente de la agenda de las asociaciones civiles, el gobierno y el sector hotelero, me parece valioso apostar e invertir en estos proyectos, que no tienen fecha de caducidad.

No obstante, mientras floto tranquila cerca de mis queridos cubitos, me pregunto: ¿Qué pasaría si imaginamos y trabajamos por crear espacios donde se unan nuestra afición humana por la estética, y nuestro amor por el ecosistema? Instalaciones que no aporten solo belleza al paisaje, sino que lo potencien, lo protejan y lo regeneren.